Gustavo Cerati – Infinito

No pienso, al menos por el momento, escribir demasiado acerca del Gran Gustavo Cerati. Esto lo dejo para una próxima ocasión, para una próxima cita, para un blog casi que exclusivo, de esos tipo bibliográficos y personales en donde escribiré sobre quien fuese uno de los mejores rock star´s latinoamericano de todos las épocas. Y en donde claro que también habrá información acerca de Soda Stereo, de sus integrantes, sus discografías, sus conciertos, sus canciones,  y todo lo que llego a englobar la vida de Cerati.

Y aunque Cerati partió de este mundo no hace más de un año (un 4 de septiembre de 2014) sin decir palabra alguna, eso se lo perdonamos. Me parece que dijo todo lo que debía haber dicho a través de su música. El caballero de la armadura blanca despego con sus alas, y decidió ser libre, y decidió descansar.  Pero en su lugar nos dejó sus canciones para acompañarnos por el resto de nuestros días. Y eso, hasta el momento, ha sido su acto más grande de entregada y amabilidad, sobre todo para quienes lo escuchamos y no dejamos que muera su magia y sus letras.

Cerati Infinito es un álbum recopilatorio de Gustavo Cerati editado en CD+DVD, lanzado al mercado el 2 de Junio del 2015. El compilado incluye 19 canciones de las distintas etapas solistas de Cerati, desde Amor amarillo a Fuerza natural, pasando por Bocanada, Siempre es hoy, el exitoso Ahí vamos y varios de sus videos en DVD.

Es el primer disco recopilatorio editado póstumamente que reúne los mayores éxitos de su etapa como solista.

El compilatorio incluye un poema que Luis Alberto Spinetta le escribió en 2010 a Gustavo mientras él estaba en coma, tras el ACV que sufrió en Venezuela el 15 de mayo de 20102, además incluye unas palabras de la madre de Gustavo, Lilian Clark. (wikipedia, 2015)

El compilado de 19 canciones presenta el siguiente tracklist. Letra y música de todos los temas por Gustavo Cerati.

1.    Fuerza Natural - del álbum “Fuerza natural” (Cerati, Benito Cerati).

2.   Crimen - del álbum “Ahí vamos”.

3.   Sudestada - del álbum “Siempre es Hoy”.

4.   Deja Vu - del álbum “Fuerza natural”.

5.   Bocanda - del álbum “Bocanada” (Cerati, Pablo Chaijale).

6.   Te Llevo para que me Lleves - del álbum “Amor Amarillo”.

7.   Lisa - del álbum “Amor Amarillo”.

8.   Magia - del álbum “Fuerza natural” (Cerati, Adrián Paoletti).

9.   Karaoke - del álbum “Siempre es Hoy”.

10. Lago en el Cielo - del álbum “Ahí Vamos”.

11. Paseo Inmoral - del álbum “Bocanada” (Cerati, Francisco Bochatón).

12. Cosas Imposibles - del álbum “Siempre es Hoy”.

13. Rapto - del álbum “Fuerza Natural” (Cerati, B. Cerati).

14. Adiós - del álbum “Ahí vamos” (Cerati, B. Cerati).

15. Nací Para Esto - del álbum “Siempre es Hoy”.

16. La Excepción - del álbum “Ahí Vamos”.

17. Me Quedo Aquí - del álbum “Ahí Vamos”.

18. Cactus - del álbum “Fuerza Natural”.

19. Puente - del álbum “Bocanada

Por todo y mucho más.

Muchas Gracias Cerati

Gracias totales Maestro!!.. 

NIRVANA: Estado supremo de felicidad

Un día escuche por ahí, que si uno quiere escribir por convicción y no por obligación, lo importante es por empezar a realizarlo a diario, a cualquier hora y en cualquier circunstancia. Y digo a diario, porque si uno deja pasar unos cuantos días, unas cuantas semanas o unos cuantos meses sin alzar una pluma y restregarla sobre una hoja de papel, o deja de tocar las teclas de un computador y no empieza por escribir, lo que sea o lo que se le ocurra; sin duda alguna, que luego de todo ese naufragio entre espacio y tiempo, el oficio de escribir será cada vez más pesado de cargar, más difícil de asimilar y a lo mejor se termine por convertir en una acción incómoda para quien la realice.

I

¿Por qué ahora y no antes? ¿Qué he visto en el rock y en Nirvana, que no veía antes? ¿Qué me ha conducido para que empiece justo ahora, a estos 25, por empezar a leer, escuchar, hablar y escribir acerca de Nirvana, el rock y el metal?

Son preguntas que en ocasiones rondan por mi cabeza, como pequeños destellos, vigilantes que esperan a que sus interrogantes sean respondidas. Pero así como llegan, también se suelen retirar. Y entonces, me olvido. Y entonces, no les paro bola, o simplemente no les hago caso. Y entonces, por último me hago hasta el desentendido. Y entonces, prefiero ser sincero conmigo, con Nirvana, con el rock y por supuesto con el metal. Y termino por seguir escuchando las mismas canciones.  Y no paro de sacarle provecho a los mismos discos. Y por momentos, solo por momentos durante el día, soy feliz y me llevo bien con todos, y le sonrio a todos, y me hablo con todos. Hasta diría que me llevo bien conmigo mismo (Y eso en sí, ya es un gran avance)

II

Como todos saben, me llamo Fernando Morán. Vivo en una ciudad costera del Ecuador, llamada Manta. Tengo 25 años. Vivo aun con mis padres. Soy soltero. Soy emelexista. Estoy próximo a graduarme de Ingeniero. Estoy bien de salud. Es decir, en términos generales,  tengo una buena vida, una que muchos en mi lugar envidiarían.  

Y sin embargo y con toda esta bien perfilada presentación, les puedo decir y con mucha franqueza: No soy feliz. Y pensándolo bien, no se si lo he llegado a ser hasta ahora en mi vida. Porque y a pesar de tener una existencia tranquila y sin muchas preocupaciones (a no decir, ninguna), no he llegado a establecer un estado de paz y armonía como el que quisiera tener. Y los motivos sobran. Los motivos son varios. Los motivos me suelen molestar en forma de pesadillas por las noches cuando duermo. Los motivos están en mi cabeza. Los motivos los he concebido y los he alimentado yo mismo a lo largo de mucho tiempo.

Pero tampoco es que sea algo grave. No, no quiere generar drama ni compasión con lo que acabo de decir. Es solo que aun y después de haber ya vivido 25 años, no sé que es lo quiero realmente con mi vida. No sé hacia dónde quiero estar dentro de unos 10, 15 o 20 años. No sé si me quiero casar realmente algún día. No si podrá lidiar con todo eso de ser un líder de familia. No sé si escogí bien mi futuro al haberme inscrito y desde luego haber estudio casi 7 años de Ingeniería. No sé en que punto perdí el rumbo y las velas de este barco se me fueron de las manos.

Lo único que si se, es que por el momento, quiero escuchar rock y metal, quiero ver y escribir acerca de muchas películas que no he visto, quiero empezar por leer un monto de libros y novelas que aún no he comenzado, y quiero finalmente terminar por curarme (De cuerpo, alma y espíritu). Es decir, quiero estar tranquilo, quiero estar en paz.

III

Personalmente de Nirvana, del grunge, del rock y del metal, aún se muy poco, tan poco de lo que realmente me gustaría saber, que en sí, seria todo lo que hay ahí afuera.

Por ejemplo, de Nirvana se por los medios, que fue una banda de rock estadounidense fundada en 1987 y procedente de Aberdeen, Washington, e integrada por el mundialmente conocido (genio y figura) vocalista y guitarrista Kurt Cobain, por el bajista Krist Novoselic y por el aún vigente guitarrista y bajerista Dave Grohl (Líder de la también banda de rock Foo fighters). Grupo que fue un antes y un después dentro del género del rock de los 90’s. (Información que la mayor parte de gente vinculada con el rock y el metal saben también como si fuera el nombre de su madre, de su padre, la fecha de cumpleaños de su pareja, la dirección de la casa de su amante, su número de ciudadanía, la clave de su cuenta bancaria En fin, una información tan casi que personal como su propia vida.)

Otra cosa que me gustaría por dejar bien en claro, es que no soy ni rockero, ni mucho menos metalero. No, yo no me podría catalogar dentro de ese par de grupo de seguidores, amantes, hinchas y fans.

Lo único que ha ocurrido, es que a través del tiempo y por supuesto al pasar de los años, mis gustos y mis inclinaciones musicales se han vuelto más selectivas, más sinceras, más propias. Con el pasar del tiempo, creo y no es por agrandarme, he ido mejorando y he ido decidiendo que tipo de música escuchar. Por decisión propia y por amor propio, y no por andar por ahí escuchando todo esa mierda que los demás escuchan a diario. Que en si era lo que solía pasar conmigo hace ya unos 4 o 5 años atrás.

Así de jodida estaba la cosa!!...

IV

Kurt Cobain murió un 5 de abril de 1994. Personalmente no recuerdo que hacia aquel día. Lo que si se, es que para esa fecha, tenía 3 años, vivía muy bien, sin preocupaciones y dormía tanto, que ahora que recuerdo me da envidia (sana) de aquellos entrañables días. A lo mejor y aquel fatídico 5 de abril del 94, habría estado en la escuela, rondando mis primeros años, O quizás; me hubiera encontrado jugando dentro de mi casa con mis juguetes o afuera de esta, con mis amigos de la infancia, de esa mayoría de la cual ya no sé nada, tanto, que probable es que ellos tampoco sepan o recuerden algo de mí.

Pero ahora que se muy bien quien fue Mr. Cobain, como me hubiera gustado saber sobre la existencia de aquel cantante de rock norteamericano que por esos años ¨La estaba rompiendo¨. Su música era hecha de por jóvenes y para jóvenes. Su música fue hecha con matices y compases todos desgarrados, con letras no más que profundas, pero sí muy deprimentes y angustiosas, con sonidos fuertes e inquietantes entre mezclas de bajos, guitarras y batería. Música que no es apta para todo tipo de persona, sobre todo si eres un man de lo más tranquilo. La Música que nirvana compuso, edito, formulo y presento es una música que te habla, que tiene energía, que no te deja estar tranquilo, que te mantiene en vigilia, que te hace olvidar de todo por un momento, que te lleva a otro sitio, en donde estas solo tú y las cosas se manejan bien y no debes explicaciones a nadie de lo haces, de lo dices, o de lo que callas. En fin, es como una especia de droga musical para los oídos.

Y es que es tanto la influencia de lo que significa Nirvana, que por ejemplo, en la religión budista,  solo la palabra Nirvana representa el estado supremo de felicidad plena que alcanza el alma y que consiste en la incorporación del individuo a la esencia divina y en la ausencia total de dolor y de deseos.

V

Y sin embargo y cada vez que me acuerdo que ya no soy ese pelado de 12, 13 o 14 años que salía por las tardes con sus panas a caminar, a charlar, a jugar videojuegos, a hablar de peladas, a hacerle bromas a uno que otro pana, a jugar fútbol hasta que el cuerpo ya no daba para más y al final del día, y con todo lo vivido,  volvía como si nada a mi casa, con igual  o mayor fuerzas que cuando inicie toda mi (extrañada y apreciada) rutina juvenil. Si, cada vez que me acuerdo de esto, de aquello que ya no puedo volver a repetir, solo encuentro paz y satisfacción es a través de Nirvana.

Y mientras escucho a Nirvana,  me deja importar sea lo que fuese  que esté haciendo en ese instante y luego lo que hago es viajar a través del tiempo. Y abro los ojos y es como si me encontrara con mi aún joven presencia. Con aquel muchacho lleno de sueños, lleno de energía, lleno de amor. Entonces abro los ojos y me vuelven esas (malditas y fuertes) ganas de ver arder el mundo. Y abro los ojos y lo que observo es al chino que todos conocieron, al man bacán, al pana que caminaba sin ningún tipo de remordimientos y tristezas.  Al flaco que no guardaba ningún tipo de odio, rencor o frustración. Al man que se reía de los chistes que le contaban, y lo hacía con agrado hasta mas no poder

VI

Para terminar, les comparto un documental titulado Kurt Cobain: Montage of Heck. Esta película recientemente estrenada en el 2015, trata de una manera más íntima la vida de Kurt Cobain, de sus inicios y su vida en Seattle,  lo que vendría unos años después con Nirvana y finalmente  de su trágica partida a mediados de los 90’s

El documental cita un sinnúmero de entrevistas con familiares, amigos, allegados y conocidos del cantante, y en donde detallan personalmente quien fue para cada uno de ellos, Kurt, tanto como persona, como personaje. Se hacen referencia aquellos temas que envolvieron la vida de Cobain. Temas que sus más íntimos fans quisieron siempre escuchar y hablar, ya sea por morbo o por simple conocimiento; temas como: Problemas familiares, niñez difícil, soledad juvenil, alcohol & drogas, problemas psicológicos, depresión, fama, amor, vida familiar, peleas, éxito, y muerte.

Personalmente y siguiendo en contra de lo establecido, todos estos temas fueron la última excusa que hicieron que vea de inicio a fin el documental. Para mí, tanto Nirvana como Kurt Cobain son mucho más que solo eso. Para mí Nirvana tuvo, tiene y tendrá una magia especial en las letras de sus canciones. Para mí, el personaje no termina siendo lo importante. Para mí, es la fuerza y la sensatez en aquellas letras como entrecortadas que forman parte de las canciones, letras llenas de poder, ardor, sufrimiento y melancolía. Letras que te hablan la plena. Letras no concebidas para cualquiera. Canciones en las cuales aún se siente la presencia y poderío musical de Cobain.

Y aun cuando el pana, se haya o no suicidado. Para mí, eso no termina por ser lo importante Para mí, lo verdaderamente importante es seguir escuchando a Nirvana, con iguales o mayores fuerzas que ahora, justo ahora  como leo estoy haciendo y si la vida lo permite, me gustaría que pudiera ser así el día de mañana.

Mí Juez. Mí Padre. Mí Viejo.

A solo pocas horas de conmemorar nuevamente otro “Día del Padre”, me he visto en la necesidad de escribir y compartir una crítica (emocionalmente positiva) dirigida a la cinta cinematografía  “The Judge”. Esta película de género dramático, estrenada en el 2014, fue dirigida por el cineasta americano  David Dobkin, y fue además protagonizada por el ya mundialmente conocido Robert Downey Jr., o el también llamado Iroman: El humilde, tranquilo y honesto hombre de Hierro del mundo Marvel.

Aunque en primer instancia, el título de la cinta parezca no tener nada que ver con esta fecha tan especial para todos aquellos hombres que a pesar de todo y de todos se atrevieron a poner el pecho ante las balas, dejaron atrás su solitaria existencia y decidieron por amor mutuo dar paso a una nueva vida y emprender aquel largo viaje de responsabilidades conyugales, llamada familia. Puedo decir con certeza que es todo lo contrario.  Puedo decirles que The Judge nos hace referencia a  todo esto y a mucho. Muchísimo más…                                                                                                   

Puedo por empezar contándoles, que la historia en si trata de un abogado (Robert Downey Jr.) exitoso, famoso por defender y salvar a los culpables de la cárcel, y que tras la muerte de su madre regresa a su pueblo, donde su padre (Robert Duvall)  ha sido juez por más de cuarenta años, para pasar el duelo junto a la familia. Como no podía ser de otra manera, padre e hijo no tienen la mejor relación del mundo y buena parte de la película se resuelve en diálogos de violencia emocional que van sacando, uno a uno, los trapos al sol: los reclamos, las justificaciones y los ajustes de cuentas se suceden uno detrás de otro durante toda la cinta.  

Pero lo que en verdad quiero decirles es que The Judge es, también es, una película que hace referencia a la vejez y sobre la decadencia del cuerpo y la mente. The Judge te proyecta, es decir, te da un claro ejemplo de lo que tendrás que pasar algún día, cuando despiertes y veas a tu padre ya mayor y sin la vitalidad de la que siempre lucio orgulloso. Te dejará ver que ahora es tú turno en volver a enseñarle todo lo que algún día él, con tanto esmero, amor y paciencia te enseño. Te dejará ver que ahora es tú turno en devolverle por mil, todo aquel amor que él siempre te brindo.

El talento como actor de Robert Downey Jr. es más que evidente en esta ocasión. He visto, escuchado y leído acerca del famoso “Hombre de Acero” en más de una ocasión. Personaje que Downey Jr. logra encarnar siempre que este protagoniza con esmero y pasión, al famoso egocéntrico y narcisista multimillonario Tony Stark. Sin embargo; y a pesar de todo eso, y de los superpoderes, los villanos, las peleas, las conquistas, y el "ego" de Stark, por destacar y ser siempre el centro de atención en cada escena; nunca me había topado con una cinta de la cual pueda decir al final de la trama: ¡Chuta loco, que buen actor eres!;  o mejor dicho ¡Basta Cabrón!.. Te pasaste, lo hiciste, la rompiste, dejaste de una buena vez el trajecito de juguete barato con el que sueles aparecer regularmente en la gran pantalla, para vestirte realmente de hombre.

Al fin pude ver al verdadero “Iroman”. Al fin pude ver al hombre de carne y hueso, que lucha y logra vencer problemas reales, propios en una persona común y corriente. Problemas y circunstancias de las que muchos no estamos exentos. Problemas que nos terminan por demostrar que de eso se trata la vida.  Enfrentar lo enfrentadle. Vencer lo invencible. Dejar las diferencias. Dejar morir de una puta vez y por todo ese (maldito e innecesario) orgullo que al final del camino solo nos trae tristezas y desesperanzas.

Hay una escena que me marcó, quizás para siempre. Robert Duvall, que enfrenta un juicio con cargo de asesinato y es defendido por su hijo pródigo, está enfermo de cáncer en etapa terminal y se ha sometido a varias semanas de quimioterapia; está débil y a veces sufre furiosos ataques de demencia senil. En esas condiciones, y en calzoncillos y camisetilla, lo vemos arrastrase hasta el baño para vomitar. Su hijo, Downey Jr., alcanza a escuchar las arcadas del padre y entra al baño para ayudarlo. El viejo, que no logra llegar a tiempo a la taza del retrete, se vomita encima y el joven-aún lo convence de que se meta a la ducha para lavarse. Entonces lo levanta y, camino a la ducha, los intestinos del viejo fallan y su calzoncillo y sus muslos y sus pantorrillas y sus pies y la alfombra del baño se llenan de mierda. Luego, en la ducha, el hijo, completamente vestido, lava a su padre que está desnudo con la regadera y el agua que al principio parece el lodo de un jardín sin césped se va esclareciendo. Al final de la escena, mientras padre e hijo montan una coartada para impedir que la pequeña hija del hijo, es decir, la nieta del juez, entre y los descubra haciendo lo que están haciendo, nos damos cuenta, de  eso se trata la propia la vida.

Así fue, y solo tras  el final de la película, pude descubrir el (blanco y claro) mensaje que esta ocultaba.  Las diferencias o los problemas que podamos tener con aquellas personas que son importantes para nosotros, deben ser más que resueltos en esta vida, en este instante, en este ahora.                                

En resumen: The Judge, te lleva hacer exactamente eso. A ser tú mismo quien de el primer paso. A bajarle la guardia al orgullo.  Hacer las paces con tus fantasmas del pasado.