Blog personal del manabita, Fernando Morán B.
Escritos narrativos y de opinión.
Bienvenidos!
martes, 25 de julio de 2017
Reflejo de una problemática social
moranfernando_90@live.com
Desde los albores de la humanidad, y a partir de aquel primer hombre,
utilizara la violencia a manera de defensa personal, como parte de su instinto
de supervivencia. Esta aterrizo en el aparato psíquico del ser humano; para
posterior, propagarse a modo de metástasis y afianzarse en la cultural social
de los pueblos. Las sociedades antiguas se caracterizaron por dar uso a la
violencia, para: invadir territorios, levantar imperios, acumular riquezas,
imponer ideologías.
“La violencia es el uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea
en contra de uno mismo, otra persona, o en comunidad, que cause o tenga muchas
probabilidades de causar lesiones físicas, daños psicológicos, o muerte” (OMS).
La violencia en la sociedad ecuatoriana, es una que lleva años arraigada
en las entrañas de su población, producto de una derivación histórica de aquella
“gran violencia” que padecieran los pueblos latinoamericanos a través de los
siglos.
Entre todos los casos de violencia registrados en el Ecuador, existió
uno en particular que sigue siendo tema de análisis para historiadores y
psicólogos contemporáneos. El acto se ejecutó un 28 de enero de 1912 en Quito,
donde una numerosa muchedumbre, cegada por la ira, agredió y asesinó a modo de un atroz espectáculo de
hoguera bárbara, a un ilustre
ciudadano, que por ironías de la vida, murió en manos, de aquella misma gente,
por la cual trabajó y luchó toda su existencia: el Gral. Eloy Alfaro Delgado.
Aunque las estadísticas manejadas por el Ministerio del Interior (MDI) en
los últimos años, muestran un principal aumento en casos de femicidos, abusos
de menores, y violencia intrafamiliar. Lo cierto, es que también se han presentado
hechos de violencia no aislados, que reflejan un grave problema social, que exige
un verdadero espacio de análisis por parte del estado en general. Hechos que van
más de allá de una simple agresión física o psicológica. Acciones que indignan,
e inclusive, llegan a incomodar por la manera de quién las ejecuta, y cómo las
realiza.
A pesar de que en el país, se ha avanzado mucho en materia legal, en
cuanto a temas de violencia social se trata. La verdad es que aún falta
trabajar bastante por desterrar, o controlar en la medida de lo posible, este
mal. Buscar solución a esta enfermedad, es enfocar la mirada a las raíces de la
sociedad: la familia.
(El Diario / Manabí)
viernes, 23 de junio de 2017
Delfín
Sporting Club: Un “CETÁCEO” con hambre de Gloria
Jugadas
hasta el momento 19 de las 22 fechas correspondientes al Campeonato Ecuatoriano
de Fútbol, categoría Serie A. Las miradas de asombro, tanto de propios y extraños, apuntan hacia el actual líder y protagonista del torneo nacional.
Por esta ocasión, y después de muchos años (a modo muy particular) los
tradicionales equipos del astillero (Barcelona S.C. y el C.S. Emelec) así como las
conocidas escuadras deportivas del austro ecuatorial: Liga Deportiva Universitaria
de Quito y el club deportivo El Nacional, no figuran dentro del portaestandarte
del balompié profesional.
Con 41 puntos acumulados a su favor, y un
estado de invicto, que ya provoca admiración y molestias a muchos equipos del
torneo local. El vigente líder del torneo, es un equipo del cual nadie hubiera
imaginado, ni mucho menos apostado, por una campaña más que eficiente y
satisfactoria. Los réditos obtenidos hasta el momento, son resultado del
esfuerzo y trabajo de toda una directiva, cuerpo técnico y plantilla de jugadores,
los cuales han sabido, a través de ímpetu y humildad, sacar adelante a este
joven equipo de raíces manabitas. Equipo que surgió de las profundidades de las
costas de Manta. El ídolo de la Ciudad Puerto. El combatiente y valeroso, Delfín
Sporting Club.
El
origen y la historia del Delfín S.C. representa en gran medida, la época contemporánea
del futbol profesional en la ciudad de Manta. El equipo “cetáceo” (anteriormente
conocido como Club Deportivo 9 de Octubre) fue fundado un 1 de marzo de 1989. Desde
sus inicios, el Delfín tuvo que trabajar mucho para poder ganarse un espacio en
el corazón del hincha Mantense, y por ende, en el del aficionado Manabita. Para
los años noventa, dentro de la provincia de Manabí, ya existían planteles de
fútbol, de categoría profesional, con un gran legado histórico en cuanto a
triunfos, títulos y referencias deportivas se trataba. La Liga Deportiva
Universitaria de Portoviejo (L.D.U.P.) y
el Manta F.C. eran (y para muchos son) dos de los equipos con mayor relevancia
dentro y fuera de la provincia. Sin embargo, y a pesar del peso deportivo e
institucional que significaba competir frente a estas dos importantes
escuadras. Delfín no bajo jamás los brazos ante ninguna circunstancia, más
bien, y con el pasar del tiempo, lograría reunir y consolidar una fiel
hinchada, que en algún instante llegaría a ser identificada y catalogada como
la “Barra del Perro Muerto”.
Aunque
su participación dentro la serie A ha sido
intermitente e irregular, desde su aparición, hasta la actualidad. El ansiado ascenso
a la primera categoría, a partir del año 2016, le significó una restauración y
recambio, tanto en el ámbito administrativo, deportivo, mental y colectivo. Para
este 2017, y desde el primer partido disputado ante el equipo de River Plate. El
Delfín S.C. ha iniciado con pie de lucha. Hambre de gloria. Compromiso de
entrega, que no ha visto desfallecer su ideología de juego vistoso, defensivo y
de presión. El “gas” no se les ha terminado a ninguno de sus jugadores,
comentan, como tema de atracción, aficionados y expertos en materia futbolística.
Es que este especial grupo de profesionales del balompié, parecieran que anduvieran
más que “enteritos”, como juveniles de 20 años, dando sus primeros pininos, dentro del
actuar profesional competitivo.
Fuente: El Diario / El “caudillo”
de la zaga del Delfín S.C., el paraguayo Francisco Silva, celebra el gol de la
victoria ante el equipo del Clan Juvenil, jugada la décima tercera fecha del torneo.
Una
de las cosas que aún sigue tomando por sorpresa, a hinchas, narradores,
analistas y comentaristas deportivos, es
cómo logró, en tan corto tiempo, este modesto equipo de la costa manabita, de
limitado presupuesto económico (a diferencia de los “grandes” de nuestro fútbol).
El poder consolidar un grupo de futbolistas que reúne y llegan a exponer técnica,
talento, gambetas, goles y espectáculo.
Ahora,
si fijamos con detenimiento nuestra mirada, a la anterior interrogante, con el
fin de encontrar una respuesta válida, de connotación objetiva. Lo más
probable, es que nos pongamos frente a los protagonistas de esta sobresaliente
actuación: Dirigentes, cuerpo técnico, y lo más esencial, plantilla de jugadores.
Desde su principal dirigente, el
presidente del equipo, el Eco. José Delgado. Pasando por su cuerpo técnico,
encabezado por el charrúa, Guillermo Sanguinetti. Siguiendo por sus referentes
en el campo de juego: Francisco Silva (Defensa), Matías Dufard (mediocampista),
Carlos Garcés (delantero), hasta llegar a
nombrar al último de sus trabajadores en utilería. El Delfín S.C. ha
podido fomentar las bases de un nuevo modelo deportivo de equipo. Donde cada
quién, y desde su lugar de trabajo, aporta a que el equipo logre cosechar
victorias, sumar puntos, y afianzarse aún más en el liderato del torneo.
Por
otra parte, para su director técnico, el uruguayo Guillermo Sanguinetti. Lo
hecho por el Delfín, hasta lo que va del torneo, no es algo improvisado. No es
cuestión del azar “Esto ha sido producto de
un arduo trabajo diario; que ha englobado entrenamientos, prácticas y un sinnúmero
de estrategias. Para nosotros, cada partido que jugamos es una final, y lo
tomamos con la debida responsabilidad del caso. En esto del fútbol, no existe
ni equipo grande, ni equipo chico. Todos son difíciles y respetables rivales a
vencer”.
A
pocas fechas de culminar la primera etapa del campeonato, y con merecimientos
de sobra, para salir victorioso en esta primera fase. El “equipo cetáceo” desde
ya pone a ilusionar a todo un pueblo, que espera verlo por primera vez en su
historia, el coronarse campeón del fútbol ecuatoriano. La excelente campaña realizada por el Delfín,
hasta lo que va disputado el torneo, le ha hecho merecedor del orgullo y la
confianza de esa otra parte del pueblo Mantense, que por ciertas razones, no lo
llegó a tomar en cuenta durante mucho tiempo. Hasta ha provocado el llamado de
nuevos hinchas y aficionados, quienes a manera de procesión religiosa, se
acercan al estadio Jocay (fortín del Delfín), cada vez que este juega de local,
con la única intención de poder verlo jugar, gustar y ganar.
Finalmente,
y todo lo hecho hasta el momento por este joven equipo de mar, de estilizada
aleta y sentidos muy desarrollados, no es tampoco algo por el cual deberíamos asombrarnos,
de manera estratosférica. En una entrevista realizada a Diario el Comercio,
durante junio de 2016, el ecuatoriano Fernando Carrión, sociólogo y analista de
futbol, supo indicar que el futbol mundial actual, está viviendo y sufriendo
una nueva revolución. Donde los protagonistas, son aquellos equipos de media
tabla para abajo, de escasa hinchada, pero con algo muy en común: son escuadras
deportivas, que andan necesitadas de “hambre y sed”. Que anhelan, desean y necesitan
triunfos, títulos y gloria. “El mundo
está viviendo lo que yo llamo la “revolución de los enanos”. En Inglaterra, por
ejemplo, el Leicester, un equipo que no tenía trayectoria ni jugadores de
importancia, terminó como campeón de una de las Ligas más competitivas del
mundo. Lo que pasó con Islandia en la Eurocopa es otro ejemplo. Hoy en el caso
ecuatoriano Independiente del Valle, en la actual Copa Libertadores, algo muy
parecido”.
Fuente: Diario Metro Ecuador
/ De izquierda a derecha. Carlos Garcés, Roberto “La Tuca” Ordoñez y Jhon
Chancellor, de rodillas y con las manos apuntando al cielo, celebran el empate
3x3 frente al C.S. Emelec.
sábado, 27 de mayo de 2017
Al
otro lado del río
No
es un blog.
No
es otra historia por contar.
No
es otra música por cantar.
No
es por hacerle publicidad a la canción del Uruguayo Jorge Drexler.
Es
sólo por compartir.
Es
sólo por publicar.
Es
sólo por mostrar la canción que tomaré prestada, ahora en adelante, para la darle vida al Intro de mí blog.
Una
canción que dice mucho de lo que soy. Que cuenta bastante de lo que he sido.
Buena
noche de sábado!
miércoles, 3 de mayo de 2017
Lion_él: Los 500 goles de Messi con el FC Barcelona
Hablar
hoy en día de Lionel Messi, es referirse de toda una institución del fútbol
moderno. Es describir más que a un simple jugador de fútbol, que de a poco (o, mejor
dicho, de a mucho: a punta de goles, triunfos, títulos, records, hazañas, etc.)
se ha convertido en todo una leyenda viviente del balompié mundial. Y a la par,
en un referente del Barcelona Catalán.
El
pasado domingo 23 de abril del presente año, Leo, volvió a ser el centro de las
miradas de todos los hinchas, aficionados, comentaristas, relatores, analistas
y demás personas que viven y comentan acerca del fútbol a nivel global. El
escenario de su nueva hazaña, fue el “mítico” estadio Santiago Bernabéu; y el
rival que le tocó esta vez ser el espectador de su nueva “gloria”, fue ni más
ni menos, que su rival de barrio, el equipo merengue de la península ibérica, el
actual y vigente campeón de la Champions League: El Real Madrid.
El clásico español,
estuvo lleno de muchas emociones, desde principio a fin.
En el minuto 28 de la
primera etapa; y tras el lanzamiento de un tiro libre, Sergio Ramos remata al
arco de Ter Stegen, dejando libre un rebote en el área que fue bien aprovechado
por el medio centro brasileño, Casemiro, poniendo así en ventaja al equipo
blanco.
Sin embargo; al minuto
33 del primer tiempo, y luego de una presión ofensiva de parte del FC
Barcelona, Messi toma la batuta del ataque y tras una pinta a un defensa merengue,
este remate de zurda, colocando así la paridad del partido. Lio, no solo ponía
la igualdad en el superclásico de España, sino que también empezaba dar firma a
lo que sería un nuevo record en su hoja de vida como deportista de elite.
Messi, de esta manera, llegaba a su gol 499 con el equipo catalán.
Ya para la segunda
etapa; en el minuto 73, el jugador croata del barca, Ivan Rakitic, marca el
descuento y pone nuevamente en ventaja al equipo de Luis Enrique.
A pesar de ir en
perdiendo; y contando con tan sólo 10 jugadores en el campo de juego por la expulsión
de Sergio Ramos en el minuto 77. El Real
Madrid no bajó los brazos, y logró empatar el cotejo, tras un remate inesperado
del colombiano James Rodríguez, luego de un centro por la izquierda del lateral
Marcelo.
Finalmente; y cuando
todo indicaba, que el partido terminaría en empate. Lio, volvió aparecer con toda
su “grandeza”, justo en los minutos de descuento. El “astro argentino” volvió a
colocar el balón dentro del arco del portero madridista, Keylor Navas. De esta
forma. Messi, por un lado sellaba la victoria para el equipo culé, y por el
otro, estampaba su botín para la eternidad, con su gol número 500.
De esta manera, el "crack argentino" llegaba a su gol 500 con el Barca. Y de pronto muchos empezaron (por redes sociales)
a felicitar al “zurdo de oro”. Y de pronto, jugadores, directivos, hinchas, periodistas,
afines o no al equipo español, empezaron a enviarle mensajes de felicitación
por su nuevo logro alcanzado. Y de pronto (pocos quizás) recordaron por un
momento al joven muchacho que llegaba procedente de las inferiores del Club
Atlético Newell's Old Boys de la ciudad de Rosario - Argentina, para después formar
parte de las filas de la Masía del Barca. Sí, aquel mismo joven que le apodaban
la “pulga” por ser tan pequeño de estatura (dada a una deficiencia hormonal de
crecimiento) que de niño le fue
diagnosticado. Pero que sin embargo, y a pesar de todo, no le fue impedimento
para llegar a ser un grande en la cancha. Y entonces, la vida le otorgó otro
regalo, escribió otra página para él. Le dio don de mover las piernas, tan ágilmente
y con tanta clase, que muchos años después, el mundo entero hablaría y aplaudiría
sus regates, gambetas, paredes, sombreros, remates, etc.
Y de pronto, todos los
medios empezaron a recordar el primer
gol que anotó con el Barca, aquel que fue dado un 1 de mayo de 2016. Aquel gol
que despertó de inmediato, adeptos y seguidores al 10 argentino. Aquel gol de
sombrero que lo hizo por la liga española contra el Albacete, donde el Barcelona
ganó 2-0 en el Camp Nou. Aquel gol, ese que vino de un pase de otro grande del
fútbol, que por aquellos tiempos, era catalogado como el mejor de todos: el
recordado Ronaldinho Gaucho.
Sea por dónde se lo vea,
hablar o escribir de Lionel Messi, es
referirse a un hombre de records. Y
aunque muchos (sobre todo en la Argentina) le siguen reprochando no poder
alcanzar aún grandes logros con la selección Mayor (la renombrada y exigida
copa del mundo). Él simplemente no para. Él no se detiene. Él sigue adelante,
jugando al fútbol, tan igual como cuando era un joven pibe, lleno de sueños, haciendo
lo que más le gusta. Y eso, para quienes disfrutamos de ver, hablar, escribir y
comentar de fútbol, es todo un placer. Porque
Messi, tras anotar ese par de goles, llenos de emoción e historia, le enseñó al
mundo entero, que él no estaba de vuelta, porque en realidad él nunca se fue.
Dale Lio!
El mundo del fútbol
queremos ver más goles!
EL mundo del fútbol
queremos seguir siendo parte de tú historia!
domingo, 16 de abril de 2017
16.04.16
Para los que se fueron,
para los que quedamos,
para los que vendrán.
Son las 12:08 am del martes 04 de abril del 2017. Y luego de
una larga jornada, todo cansado, pero sin poder dormir, me llega sin previo
aviso, a manera de asombro y ansiedad, la necesidad y elección de empezar
(retomar el buen hábito) de escribir; éste, un nuevo blog (después de mucho
tiempo de no hacerlo). Enseguida me levanto de mí cama, enciendo mí laptop,
tomo un pluma, abro una libreta, anoto unas cuantas palabras, y entonces
simplemente: empiezo.
El tema en referencia; aquel, que por estas fechas, todos (o
casi la gran mayoría) empiezan por evocar, platicar, recordar, hablar,
escribir, revivir, y por varias razones (justas y no), algunos hasta maldecir,
con el sensación de querer olvidar. El
tema en mención, es ese mismo, el suceso de mayor transcendencia en el Ecuador
durante el primer semestre del 2016, aquel que marcó a mí país; tanto en lo
anímico, emocional, social, económico, político. Aquel que provocó un nuevo
escenario, un antes y un después dentro del inconsciente colectivo de toda una nación.
Sí, ese, que ya todos empiezan a dar nombre, que recuerdan con tristeza y
nostalgia, que revive momentos de amargas verdades. Sí, el ya conocido: “TERREMOTO DEL 16A”.
El 16 de Abril del 2016, no fue sin duda un día cualquiera,
aún y cuando haya empezado y transcurrido como un día tan igual como todos los
demás. Aquel segundo sábado de abril, aproximadamente a las 18:58 pm (hora
local); se registró un terremoto con magnitud de 7.8 (escala Richter), con
epicentro entre las parroquias Pedernales y Cojimíes del cantón Pedernales, en
la provincia de Manabí. Según el Instituto Geofísico del Ecuador, el sismo tuvo
una duración aproximada de 52 segundos; sin embargo, y para casi todos quienes
lo sufrieron en carne propia (incluyéndome en ese selecto grupo), el terremoto
de aquel fatídico sábado, duro más de lo señalado. Duró, como duran esas cosas
que te marcan y dejan huellas. Duró una larga espera, de aquellas que tienden a
vestirse de eternidades. Duró más de lo necesario para quienes tuvimos que
vivirlo y experimentarlo. No cabe duda, que duró más de la cuenta.
Y sin embargo, la magnitud de sus resultados, no se llegaría a
saber en su totalidad, sino hasta pasado varios días de lo ocurrido. Porque
para rematar, el país, o mejor dicho, las principales provincias que se vieron
afectadas con este acontecimiento natural, estuvieron aisladas temporalmente,
desprovistas sobre todo de servicios básicos. Y como todos sabemos, sin luz,
nadie se entera de nada, porque desgraciadamente, la televisión, la radio, el
internet, etc. Son medios de comunicación de no funcionan por arte de magia.
Personalmente; puedo decir, evocando recuerdos que se pasean
por mí memoria, como ráfagas de vientos, de esas que golpean y dejan todo
alborotado por donde transitan, que haber
vivido el terremoto del 16A, no fue una experiencia para nada agradable. Un día
después de la tragedia, tuve que acompañar a mí cuñado a la ciudad de
Portoviejo (una de las más afectadas por el sismo) ya que él es oriundo de la
capital manabita, y toda su familia radica en ella. Recordando (y a su vez
escribiendo lo presente), no puedo dejar de sentir tristeza al ver el centro de
la ciudad de los reales tamarindos, toda destruida, toda maltrecha, donde por
momentos creía que había ingresado a una ciudad en conflicto bélico, algo parecida
a esas que nos muestran los diarios, de aquellas noticias que provienen de
medio oriente. Sí, esas donde sobrevivir tan solo un día, ya es más que un
regalo y milagro de vida.
De acuerdo a cifras oficiales, emitidas por la Secretaría de
Gestión de Riesgos del Ecuador, el terremoto del 16A dejó como resultado lo
siguiente:
·6 provincias afectadas,
·829 edificaciones
afectadas,
·1,125 edificaciones
destruidas,
·30,000 personas
albergadas,
·6,274 personas heridas,
·113 personas rescatadas,
·6 personas desaparecidas,
·670 pérdidas de vidas
humanas.
A Manta, tuve que verla días después, por varios razones. Al sector
de Tarquí (lugar donde nací y crecí) no tuve el valor suficiente para
adentrarme y ver la realidad de una “zona cero” toda destruida, desprotegida,
vacía y callada. Y creo, y como muchos, preferí a esperar varios meses después
(casi que un año transcurrido) para finalmente poder observar calles y
sectores, que por instantes me eran casi que desconocidos o extraños, a pesar
de haber cruzado tantas veces por aquellos lares. Y eso se debe, por
entendimiento, que la memoria fotográfica en realidad es sensible a los fuertes
cambios, y entonces se ve alterada, cuando lo observado y vivido, deja de ser
lo que era, y pasa a convertirse en una nueva imagen. En una proyección opaca,
marcada por una nueva capa de bloque y cemento.
Por otro lado, lo ocurrido tanto en Pedernales, Jama, San Vicente,
Sucre, Jaramijó, Montecristi, Chone y Muisne, entre otros sectores que se
vieron fuertemente afectados por el terremoto; tuve que observarlos por la
televisión, esperando por momentos encontrar una lógica o un sentido a la
pregunta que nos hicimos todos por aquello días: ¿Por qué tuvo que pasarnos
esto a nosotros?
Ahora, y ya a un año de lo ocurrido, en realidad no me
interesa ya dar respuesta aquella interrogante que por esos días no me dejó
dormir. Ahora, lo que extraigo como conclusión de lo sucedido, es que este tipo
de cosas, suelen pasar (y vayan que pasan a diario), solo que nunca esperamos
que nos ocurra, o que nos suceda a nosotros. Porque vivimos tan acelerados y
metidos en nuestras propias vidas, que jamás se nos pasa por la cabeza, el
hecho que un día cualquiera, la tierra empiece a temblar, tan pero tan fuerte,
que no solo promueva el movimiento de nuestras bases físicas, sino que también
incite a sacudir nuestras frágiles bases mentales, y hasta cierto punto,
también las espirituales.
Pero saben que, en verdad, ya no deseo seguir, refiriéndome de
lo malo que dejó el terremoto del año anterior. Prefiero escribir, pero de
aquello que realmente vale la pena. Prefiero hablarles de lo bueno, de lo
rescatable, de lo mencionable y recordable. Me quedo con la solidaridad de todo
un pueblo, que una vez enterado de la tragedia de sus hermanos, inmediatamente
movilizaron contingentes de ayuda, de todo tipo y de toda índole. Me quedo con
la entrega y colaboración (desinteresada y llena de valor humano): del amigo,
que de forma veloz, socorró al pana que más lo necesitaba. Me quedo con la
solidaridad del familiar, que olvidando diferencias y mal entendidos, mostró
ayuda al pariente más cercano. Me quedo con el recuerdo del vecino, que no dudó
en dar la mano para ayudar a su comunidad. Me quedo con la entrega del bombero,
que desde que fue llamado a dar prestación de sus servicios, no descansó (ni
siquiera en vigilia) para rescatar y dar los primeros auxilios a las víctimas. Me
quedo con el apoyo del taxista, que por aquellos (grises y extraños) primeros
días ocurrido el terremoto, salía a las
calles, a colaborar con carreras sin ningún tipo de costo, aun sabiendo que
esto le generaría pérdida. Me quedo con el valor del rescatista (tanto nacional
como extranjero), que dejando todo a un lado, inclusive su propia familia, y
armándose de valor, no bajó la guardia en ayudar y dar su fiel apoyo para
rescatar personas entre los escombros. Me quedo con la imagen del hombre, humilde
y trabajador, que donó todo lo hecho con la venta de sus empanadas durante un
día de labores, para entregarlo como donación en ayuda de los más afectados.
Y
entre todas estas historias de vida, me quedo con una en particular. Con la del
hombre valiente (padre, amigo, ex militar y fiel deportista) Alex Tixilima, que aún estando ya en lecho de
muerte, no dejó de alentar y colaborar en ningún momento con aquel grupo de
personas con las que desafortudamente le toco compartir espacio entre los
escombros del ya desaparecido edifico “Felipe Navarrete” de la ciudad de Manta.
Hombre de carácter, que aún perdiendo a toda su familia, en el transcurso de
las horas de haberse efectuado el siniestro, supo dirigir tanto su fuerza física como
mental, para seguir dándoles ánimos a quienes pudieron, en días después, poder
salir y ser salvados, entre los hierros retorcidos y las columnas caídas.
Hace no
más de un par de meses atrás, y luego de haber iniciado una nueva etapa en mi
vida, tuve la oportunidad (por varios días) de escuchar, estudiar, investigar y
analizar, acerca de un tema en especial. El título en mención, fue: LA RESILIENCIA.
Aunque con
anterioridad, ya había leído y escuchado algo del tema (en realidad de manera
superficial), para esta ocasión, todo fue diferente. Esta vez, supe dejar en
claro el término de resiliencia, como “la
capacidad y condición de adaptación de los individuos para mantenerse sanos,
reaccionar o recuperarse de manera positiva, frente a situaciones desfavorables”.
Hago
acotación a esto, porque en realidad me parece que esto ha sido lo que ha
conllevado a muchos (incluyéndome) a ir superando a través de los días,
semanas, y meses, la experiencia de haber vivido y sentido en carne propia la
gran fuerza física que genera un terremoto con magnitud 7.8 grados. Ha sido la
resiliencia la herramienta de la todos hemos hecho uso durante este largo lapso
de tiempo. Aunque personalmente, mis pérdidas, no superaron más que lo
material, no pude dejar de ser indiferente ante la tragedia, sobre todo de mis
hermanos de la provincia de Manabí y Esmeraldas (principales sectores golpeados
por el sismo). Referirse a la muerte, ya provoca incomodidad; ahora el tener
que vivirla y encararla como resultado de un siniestro natural, es algo que
marca sin duda la vida del familiar o el amigo, que simplemente tiene que ver,
como aquella persona querida, con la cual le tocó compartir muchas experiencias,
risas, encuentros, viajes, fracasos, abrazos, fiestas, logros, etc. parte de
este mundo, de la manera más indiferente, sin ni siquiera poder dejar un
mensaje de despedida.
Es
cierto lo que dicen, que la vida nos va haciendo fuertes, en justa medida y de
acuerdo a las experiencias vividas. Ahora, y luego de todo este proceso, me
gusta catalogarme como un sobreviviente mas, porque creo que al igual que todos
los que padecimos el terremoto, esa noche, de aquel 16 de abril de 2016. Corrimos con la misma desgracia; más sin
embargo, muchos tuvimos el privilegio de correr con distinta suerte. Porque
todos estuvimos expuesto, quizá en un pequeño margen de vulnerabilidad de
diferencia. Pero en fin, todos estuvimos más que expuestos, frente a un sismo
que inicio normal, como cualquier otro temblor de verano, pero que medida que
pasaron los segundos, fue tomando fuerza, como si tratase del desalumbramiento
de la rabia contenida de un demonio descarado y sin vergüenza, la cual había
estado dormida debajo de la superficie terrestre, por un largo tiempo; pero que
simplemente le bastó 52 segundos, para
generar un sinnúmero de reacciones, dejando como saldo, una ola de muerte
y destrucción a su paso.
A un
año de lo ocurrido, son muchas las cosas que han ido cambiando. De parte del
gobierno central, se ha podido dar ayuda a casi toda la población que se vio
afectada con el terremoto. Ayudas económicas para nuevos emprendimientos,
préstamos bancarios, construcción de complejos habitacionales, reconstrucción
de edificaciones afectadas, etc. Han sido varias de las ayudas que se han ido
brindado por parte del gobierno central y de los respectivos GAD. Sin embargo,
y como lo dijo en una ocasión el señor presidente del Ecuador, Econ. Rafael
Correa Delgado, es más que probable que los estragos del terremoto del 16A, se
sigan sintiendo por muchos años más. Y es más que entendible este razonamiento,
porque sobran ejemplos a lo largo del mundo, sobre todo en naciones que han
padecido por situaciones similares, y se ha evidenciado, que por lo general los
procesos para una total recuperación, suelen caminar a paso lento.
Pero
bueno, lo importante en todo esto, es y será la capacidad (física y
psicológica) que tenemos los manabitas y por ende los ecuatorianos, en poder
salir siempre delante de situaciones adversos
que nos suela presentar la vida. Como buen creyente que soy de la
existencia de un Dios, no creo que lo ocurrido hace un año atrás, haya sido a
afecto de la ira de un buen padre celestial, como muchos (fieles confesos)
solían decir por aquellos días. Sí, soy un hombre de Fe, pero también me
considero un hombre de ciencia, y como tal entiendo y comprendo, que la tierra
está estructurada de diferentes cortezas, además de contener un núcleo el cual
se encuentra compuesto de hierro mezclado con níquel y pocos rastros de
elementos más ligeros (cobre, oxígeno y azufre), rozando con una temperatura entre 4.000 y 5.000° C aproximadamente.
También
entiendo, que los gigantes bloques de roca que forman la corteza de la Tierra
se mueven debido a la tectónica de placas, las cuales no se encuentran unidas,
y están destinadas a chocar siempre entre sí. Además, sé muy bien, y esto lo se
lo debo a mis estudios secundarios en geografía, que el Ecuador se encuentran
en el llamado “Anillo de Fuego”, una zona de alta actividad sísmica y volcánica
situada en las costas del océano Pacífico, que se extiende a lo largo de más de
40.000 kilómetros. Y que cuando dichas placas tectónicas, mantienen un roce
constante, empujándose una con otra, durante un largo tiempo, la presión
contenida se ve obligada acumularse, hasta el punto exacto que tiende a
liberarse a manera de terremoto. Lo cual fue exactamente lo que ocurrió, la
noche del 16A. La liberación de una fuerza física natural, que no esperó más tiempo
para ser expulsada.
Así,
que esto es algo con lo que se debe aprender a convivir. Con que lo que debemos
saber lidiar y afrontar. Todas las grandes civilizaciones la han padecido a
través de la historia, nosotros lo hemos padecido, y quienes vendrán lo
sufrirán, de igual o en mayor medida, pero ya será tarea de ellos el tener que
aprender, a su debido tiempo, enfrentar y proseguir. Sólo que ellos, tendrán
una cierta ventaja, la experiencia de nosotros: sus antepasados.
Finalmente,
culmino mí presente blog, con un video musical de motivación y esperanza,
porque no quiero irme sin seguir dándole ánimos a todo este pueblo. Mi pueblo,
el pueblo manabita, valiente y resiliente. El video, una obra compartida entre
dos grandes contemporáneos cantautores ecuatorianos: Israel Brito, y el sin
igual Francisco “El pancho” Terán.
Porque
como dice la introducción del video, esta es: “Una canción de esperanza, porque
a veces la luz que necesitamos en nuestras vidas, puede estar dentro de
nosotros mismos”.